Después de un cocido cancelado, de vernos digitalmente, de continuar en contacto gracias a la tecnología y a las ganas de seguir embarrándonos, por fin podemos decir que vuelve el
X Cocido solidario de embarrados
Podremos vernos el sábado 11 de junio a partir de las 13h, como siempre, en el patio de Labouré (C/Marroquina, 45). Tendremos un aperitivo y un cocido preparado con todo el cariño y la alegría de volver a encontrarnos. Y por supuesto, una rifa de grandes premios que ya estamos preparando junto a nuestros colaboradores, tan generosos como otros años.
Y si te hace falta renovar tus camisetas de huellas, no te preocupes porque tendremos mercadillo, compra tu camiseta de manga larga o de manga corta y vístete de colores con nosotros.
Todos los beneficios de este cocido irán destinados a un proyecto en Mururata (El Alto, Bolivia). Como ya sabes, la pandemia y los confinamientos han sido especialmente duros en El Alto, y el colegio Mururata ha seguido su actividad de manera virtual, haciendo todo lo posible para seguir atendiendo a todo su alumnado. Queremos, en este X Cocido tan especial, tenerles muy presentes y ayudarles a continuar con la labor fundamental que realizan en Bolivia. Además, este año Pedro, nuestro joven embarrado, estará allí durante el cocido, demostrando que nuestros corazones están más cerca que nunca.
Reserva ya tu entrada a través de nuestro correo electrónico, o poniéndote en contacto con el socio de embarrados que más cerca te pille.
Y si no puedes venir ese día, puedes colaborar con nosotros comprando una entrada en la mesa 0. ¿Cómo?
-Haz una transferencia a ES77 2100 4907 8522 0005 1892 .
-Envíanos tu donativo a través del Bizum solidario en la pestaña Donar, con el código 01291 o buscando “Asociación Embarrados” (sí, sí, ¡con tilde y todo!).
-Pide a tu contacto de Embarrados que te ayuden, y ellos nos harán llegar tu donativo.
A menos de una semana del cocido, queremos que veas a quién se destinará tu donativo: a Mururata, el colegio de educación especial que vimos nacer en El Alto y que con el confinamiento ha tenido que reinventarse para seguir atendiendo a sus alumnos y familias, ahora más necesitados que nunca.
Te recordamos cómo hacer tu donativo:
-Haz una transferencia a ES77 2100 4907 8522 0005 1892 .
-Envíanos tu donativo a través del Bizum solidario en la pestaña Donar, con el código 01291 o buscando “Asociación Embarrados”.
-Pide a tu contacto de Embarrados que te ayuden, y ellos nos harán llegar tu donativo.
Después de hacer tu donativo, envíanos un correo a embarrados@gmail.com para recibir tus números de la rifa y el enlace al concierto del sábado 28.
Síguenos en redes sociales, porque esta semana publicaremos entrevistas con nuestros amigos de Bolivia y Burundi, ¡continuamos embarrándonos!
Anoche terminamos la jornada del Domund con la triste noticia del fallecimiento de nuestro querido amigo Germán Arconada. “Me chifla la vida y África”, así empezaba un artículo que escribió hace tiempo. Un hombre con dos grandes amores: la vida, entregada a los demás, y África.
Querido German, ayer escuchábamos y orábamos con el lema “Aquí estoy, envíame”. Nos parece increíble que justo ese día haya sido tu momento de partir hacia el Padre.
Has llevado toda una vida de entrega, de envío, una vida que hacía verdad ese lema en tu África querida, especialmente en Burundi. Allí, con los más pobres, tu gente de pies descalzos, pero de gran sonrisa. Siempre preocupado por ellos, por mejorar su vida, con esa energía desbordante que te caracterizó siempre.
Gracias por todo. Por lo que compartiste aquí y allí, por ser testigo de que nunca hay que perder la esperanza, porque la esperanza viene de Dios y Él siempre está a nuestro lado. Gracias por acercarnos a África y haber despertado ese gusanillo en muchos de nosotros. Gracias por habernos llevado siempre en tu corazón, a los de “La Nati”, como siempre decías.
Gracias por habernos acogido en tu tierra, por mostrarnos sus tesoros, sus gentes. Gracias por haber respondido a su llamada sin ninguna restricción y por haber sido tan fiel, siempre, en Bujumbura, en Gitega, en Tenga, en la guerra, en el tiempo de la reconciliación o los campos de refugiados… Gracias por habernos permitido llegar hasta allí en el centro de salud, el puente sobre el río, los tejados de las casas, el pozo, que hablan de un amor hasta el extremo por las personas de esa tierra. Gracias, Germán.
A tu invitación constante a ir a conocer aquel rincón del mundo, algunos dijeron que sí y estas son sus palabras hoy.
Hoy me vienen a la cabeza las tardes que pasamos en Gitega hace dos años, cuando después de cenar nos sentábamos a comer unos cacahuetes en el “rincón de la felicidad”, y repasábamos el día vivido y programábamos el siguiente. Otra vez, mil gracias por tu acogida, por tu interés y el empeño que pusiste en que lo conociéramos todo, lo sintiéramos todo y lo viviéramos todo. Gracias por hacernos parte de la comunidad de los Padres Blancos de Gitega, que tanto nos impresionaron. Gracias por las eucaristías diarias en francés a las 6,30 de la mañana, por el trabajo comunitario con los jóvenes y las oraciones en “las casas de los pobres”. Gracias por tu empeño en mejorar los caminos para que la gente pudiera caminar de un lado a otro con más facilidad, o por las fuentes construidas para que pudieran acceder al agua. Gracias por las eucaristías del domingo en las que lloré de emoción al sentir a tanta gente orando, bailando y alabando a Dios. Gracias por tu acogida, porque acoger de verdad cambia la vida de la gente.
Y, por último, gracias por recordarnos lo importante que es que las cosas que hagamos hablen de Dios, porque Él es el mejor don que podemos ofrecer a los hombres y mujeres de este mundo. Él mismo nos dijo muchas veces:
El mejor don que podemos ofrecer a los hombres y mujeres de este mundo es Dios: si conociéramos a Dios, este mundo sería más hermoso, más bondadoso y fraterno. La primera parte y más larga de mi vida misionera ha sido dar importancia a hacer cosas… Desde luego que voy a seguir haciendo cosas. Pero deseo que las cosas que hago hablen de Dios. Mucha gente quiere ver en el misionero a un miembro de una ONG, o un buen promotor de desarrollo. A mi lado veo gente muy pobre, pero estimo que les he dado muy poco, si no les ayudo a entender la bondad de Dios.
Recordamos hoy las palabras llenas de sencillez y hondura que nos regaló en el 10º aniversario de Embarrados:
Y así se despedía en uno de sus últimos correos: Sé que vuestra generosidad siempre está unida a vuestra oración y compromiso por los pobres. Para mi siempre habéis sido un recuerdo y un estímulo en mi vocación. Un fuerte abrazo agradecido y continuad recordándome en vuestras oraciones. Y si alguien se decide a venir a Burundi, os esperaré con los brazos abiertos y mi casa será la vuestra.
Gracias por todo, Germán. Gracias por enseñarnos a amar la vida y África. Dejas huella en el corazón de la gente de Embarrados y de la Nati, estás siempre con nosotros. Descansa en Paz.
Después de un largo verano, queremos compartir con vosotros que ha sido muy especial, con grandes oportunidades de acercarnos a Bolivia y a Burundi. Os lo iremos contando poco a poco….
Lo primero que queremos compartir hoy es la alegría de podernos haber encontrado en Cochabamba (Bolivia) con la ASOCIACIÓN ASPAUT, que está compuesta por familiares que tienen hijos con TEA (trastorno del Espectro del Autismo). Colaboramos en la organización del I Congreso Hispanoamericano de Autismo, que tuvo como lema: “JUNTOS, HAGÁMOSLO JUNTOS” y se realizó el 27 y 28 de julio.
Tuvimos la suerte de coincidir profesionales de varios países: Venezuela, Colombia, Chile, Bolivia y España.
También fuimos afortunados por compartir con profesionales y familias de toda Bolivia (Tarija, La Paz, Santa Cruz, Oruro y, por supuesto, Cochabamba) implicados en aprender y saber más sobre el TEA.
Esta diversidad fue una gran riqueza de experiencias, de información y de vivencias. Sentimos que todos estábamos en la misma línea, mejorar la vida de las personas con TEA y de sus familias, aportando en cualquier etapa de su vida, desde los más pequeños a las personas adultas. Y todo ello desde la empatía, la comprensión y sintiendo que una sociedad que incluye y lucha por los derechos de todas las personas, es una mejor sociedad.
Realmente fue una gran vivencia difícil de explicar con pocas palabras… Os contaremos con más tranquilidad en un encuentro que queremos organizar y al que pronto os invitaremos.
Estad atentos, porque ha sido un verano lleno de experiencias que nos ha acercado a nuestros destinatarios física y emocionalmente, y queremos haceros partícipes a través de la web y en el encuentro que ya os mencionamos. Seguimos hablando…
El pasado sábado 13 de enero tuvimos nuestra primera Asamblea del año. Fue un encuentro lleno de pistas y claves para seguir embarrándonos en el mundo. Contamos con la presencia de Tiscar y Jesús, amigos de Embarrados y miembros de la Comunidad de San’Egidio de Madrid. Nos hicieron un fantástico resumen de la Doctrina Social de la Iglesia y, sobre todo, compartieron su historia de apuesta por los que menos tienen en nuestro mundo, una historia de amor por la humanidad, por la vida y por el sueño de un mundo para todos, que es el sueño de Dios.
En esta reunión descubrimos que nuestra acción debe ser respuesta a una pregunta, que necesita ser escuchada. Si diseñamos lo que otros necesitan desde un despacho, aislados del mundo, nuestra acción es inútil. En cambio, estar atentos, escuchar las necesidades, las “preguntas” de quienes nos rodean, pueden llevarnos a responder de las más diversas formas y, aunque estas respuestas no siempre sean una solución, el mismo hecho de reaccionar ya cambia nuestro corazón.
Es necesario realizar esta escucha desde la convicción de un destino único para la humanidad: todos tenemos el mismo destino, y algunos hemos tenido simplemente más suerte por nacer en países o familias con más recursos. Si el destino es único, tenemos la responsabilidad de escuchar el grito de la humanidad: aunque no hemos elegido nacer aquí, sí podemos elegir escuchar y responder. Y la Iglesia es compañera (somos compañeros) de esta humanidad, porque el humano por excelencia fue Jesús.
También sabemos que esta respuesta debe ser gratuita, dada sin pedir ni esperar nada a cambio. Hoy la gratuidad está en crisis, y sin embargo es lo que hace sostenible nuestra respuesta al mundo, porque no sólo puede transformar el mundo sino que transforma nuestro corazón; es un movimiento circular de “dar y recibir” que enriquece la experiencia de todos los implicados. Por eso, es preocupante ver cómo muchas de las experiencias de entrega sean a cambio de algo: de días libres en el trabajo, de créditos o nota en ambientes educativos…
Porque sabemos todo lo anterior, entre la denuncia y el anuncio (si es que es necesario elegir), escogemos anunciar: anunciar lo que podemos hacer, lo que estamos haciendo. Anunciar que se espera de nosotros que construyamos un futuro soñado, que es posible solo a través de nuestra entrega, nuestra respuesta constante. Anunciar es mostrar el bien, mostrar el amor, dar una imagen positiva ante lo doloroso del mundo. Y si miramos el evangelio, es hacer posible el encuentro entre el mundo que nos muestra y la historia de nuestro mundo.
Porque todo lo que hacemos tiene sentido porque se hace desde el amor, desde una relación afectiva con aquellos que nos han interpelado. Es necesario recuperar el poder de la mirada que nos lleva directamente a la vida del que está delante de nosotros. No queremos hablar de los pobres, queremos hablar con los pobres. No queremos ser gestores de ayuda ni de recursos, queremos ser amigos. Los gestores ponen límites, los amigos ponen excesos en sus expresiones de amor.
Tampoco queremos ser jueces que tratan a todos por igual, no queremos ser justos (en ese sentido). Queremos ser amigos justos que ponen en función de lo que los otros necesitan. Queremos ser “amigos justos y excesivos”, que se fatigan, que están “cuerpo a cuerpo” y viven su compromiso con la humanidad desde una relación afectiva con los que vayan saliendo en nuestro camino. Las respuestas no siempre serán soluciones. Lo que podrán ser siempre son manifestación del bien y el amor que nos renuevan a nosotros y acaban transformando el mundo.
Después de escuchar la vida del mundo, la vida de los empobrecidos… ¿Soñamos con otro mundo distinto? ¿Nuestro futuro es el sueño de Dios? ¿Nos atrevemos a mirar a ese sueño y fantaseamos con él, lo imaginamos y dejamos volar nuestra imaginación para caminar hacia él? Es posible caminar hacia ese sueño, sólo tenemos que creérnoslo y escuchar el latido de ese sueño, que es el latido del mundo con sus preguntas de la vida.
Y como música de fondo, la oración que forma parte y sostiene esa respuesta, porque nos cambia, nos toca el corazón y hace que nuestras manos lleguen más lejos. Porque la primera respuesta, la que es siempre posible y siempre sirve, es la oración.
Tiscar y Jesús compartieron con nosotros las respuestas que desde Sant’Egidio van dando al mundo: comida del día de Navidad con más de 300.000 amigos de la calle en todo el mundo, los corredores humanitarios con quienes tienen que huir de sus países, mediaciones de paz en lugares en guerra, campañas contra la pena de muerte, la campaña DREAM para personas afectadas por SIDA en África, sus escuelas de la paz…
Resumiendo, todo surge de una pregunta de alguien a quien podemos mirar y que nos mira: una pregunta que nos lleva a una respuesta, que nos podrá renovar desde el amor y que podrá formar parte de la transformación del mundo.
¿Nos seguimos embarrando?
Después de una mañana compartiendo todas estas pistas, comimos un estupendo cocido. Y por la tarde, reunidos por comisiones, miramos el año con energías renovadas, con ganas de SER respuesta y de estar atentos a las preguntas de nuestros amigos en Bolivia y Burundi. Será posible gracias a todos los que desde aquí, hacéis posible este sueño de transformar este mundo en un lugar para todos.
¿Soñamos con un 2018 embarrado?
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