Tal y como estaba previsto desde hace un tiempo, el pasado día 25 dos representantes de Embarrados, Carlos y Alfredo, fueron recibidos por el concejal del distrito de Moratalaz, Don Pablo Carmona.
La reunión duró cincuenta minutos y fue muy positiva, porque se consiguieron los tres objetivos previstos: que el concejal conociera la Asociación Embarrados, que habláramos de la utilidad pública municipal de la Asociación y de la posibilidad de conseguir alguna colaboración del ayuntamiento.
Para que el concejal de nuestro distrito conociera y supiera qué es Embarrados, quiénes somos, qué hacemos, para qué lo hacemos y cómo lo conseguimos, se le explicó el significado que para nosotros tiene el nombre de la asociación: nuestro origen boliviano, nuestra evolución a lo largo de estos diez años de vida, los proyectos con los que colaboramos tanto en Bolivia como en Burundi, las fuentes de nuestros recursos económicos (los ochenta socios, que es la más estable y facilita la sostenibilidad del proyecto, los donativos de personas particulares, aunque muy variables son muy bien recibidos, la colaboración con otras asociaciones o fundaciones y las actividades especiales que realizamos a lo largo del curso como los mercadillos, el cocido solidario, etc.), y también se le explicó con cierto detalle las actividades de sensibilización que a lo largo del curso realizamos en el entorno de Moratalaz. Él manifestó un interés especial por las realizadas en centros escolares, aunque de todo fue tomando nota y pidiendo aclaraciones.
El segundo objetivo, la declaración de utilidad pública municipal, se abordó con facilidad, pues fue el propio concejal quien la sugirió antes de planteárselo por nuestra parte. Nos indicó los trámites que teníamos que volver a hacer y nos facilitó una reunión con la persona encargada en la Junta de estas responsabilidades.
Y el tercer objetivo, conseguir la colaboración de la Junta, también fue sencillo de conseguir. Al plantearle que Embarrados quería hacer una celebración especial por el 10º aniversario y que vendría bien que la Junta nos prestara algún local, él no solo no puso ningún inconveniente, sino que nos orientó sobre los pasos que teníamos que hacer para conseguir el centro cultural El Torito.
La reunión se puede calificar como muy relajada y agradable ya que, desde el primer momento, comprobamos su enorme interés por conocernos, manifestando una actitud abierta, receptiva y colaboradora. Continuaremos informándoos de los avances que resulten de esta nueva relación de Embarrados con la junta de Moratalaz.
Josué es un niño de ocho años con autismo y discapacidad, que vive en la zona sur de Cochabamba. Es el tercero de cinco hermanos. Su madre es soltera, pues aunque ha tenido varias parejas, ninguna se compromete e implica con ella porque no quieren “cargar” con sus hijos, especialmente con Josué.
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A los ocho años su madre le llevó por primera vez al PREEFA para comenzar su escolarización, ya que previamente no había ido nunca al colegio, se quedaba en casa.
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Durante los primeros seis meses Josué no avanzó mucho, ya que faltaba al colegio constantemente. Esto nos preocupaba, porque perjudicaba a su progreso. Costó mucho reunirse con la madre, pero cuando lo conseguimos, vimos que venía con sus otros dos hijos pequeños, de tres y un año. Pronto empezamos a entender por qué había sido tan difícil conseguir que viniese a la reunión y por qué Josué faltaba tanto. El esfuerzo de traer a Josué a diario era demasiado grande, y no veía el beneficio de llevar a su hijo con discapacidad al colegio.
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Esto sucede muchas veces en Bolivia. A los hijos con discapacidad no se les aprecia de la misma forma que al resto de sus hermanos; es difícil para las familias entender que tienen los mismos derechos y posibilidades, y en muchas ocasiones este hijo es considerado una gran carga, que consume muchos de sus recursos y les impide cuidar al resto de la familia.
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Al final, Josué desapareció durante varios meses del Preefa.
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Cuando comenzó a funcionar el servicio de transporte, volvimos a contactar con su madre y le explicamos la posibilidad de que Josué viniese en autobús al colegio, mientras ella se quedaba con los hijos menores. No sin esfuerzo, y gracias al apoyo económico de Embarrados y de profesoras del colegio, Josué comenzó a usar este servicio. Su madre comenzó a comprobar el impacto que tenía en la vida de su hijo el poder venir al colegio a diario, cómo disfrutaba y participaba en las actividades dentro y fuera del PREEFA, y que podía aprender poco a poco cosas tan importantes como pedir agua cuando tenía sed.
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Gracias al transporte escolar Josué pudo estar escolarizado: el autobús era la única opción que tenía para ejercer su derecho a la educación.
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Historias como las de Josué y las de Ana dan vida a este proyecto y nos ilusionan para poder seguir colaborando con el servicio de transporte del Preefa. Como veis, no es una comodidad, sino en muchos casos una necesidad absoluta para los alumnos y sus familias; el poder llegar al colegio sin depender de sus padres posibilita que estos niños, que encuentran tantas dificultades para ser comprendidos en Bolivia, accedan a una educación.
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Si a ti también te ilusiona este proyecto, puedes colaborar a través de migranodearena.org. Por poco que des, significa mucho para nosotros y para Josué. Accede a nuestro proyecto pinchando en la imagen:
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Ayúdanos también difundiendo la historia de Josué, para que todavía más gente pueda aportar su grano de arena a este proyecto.
Desde Embarrados, queremos recordarte que hoy comienza la Campaña contra el hambre de Manos Unidas.
Porque nos duele que todavía en 2016 haya tantas personas pasando hambre, nos duele saber que en el mundo se producen suficientes alimentos para todos y aun así mueren niños por desnutrición, nos duele saber que la indiferencia está todavía más extendida que la malnutrición. Por eso, queremos invitarte a unirte a esta Campaña, a plantarle cara al hambre.
Como primer paso, te dejamos el vídeo de la campaña de 2016, Plántale cara al hambre: siembra, en el que se describe este problema y las objetivos que propone Manos Unidas para el próximo trienio.
En los últimos días hemos tenido varias noticias de Tenga (Burundi). Embarrados ha colaborado con varios proyectos en Tenga, uno de ellos la construcción y equipamiento de un Centro de Salud. La religiosa que dirige este Centro nos cuenta las enormes y variadas dificultades que tienen para llevar a cabo su labor, y se dirige al padre Germán pidiendo ayuda. Queremos transmitiros sus inquietudes tal y como nos han llegado, a través de la carta de la hermana Bernadette. Esperamos que os interese.
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“Buen día, Padre:
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Nos invade una gran alegría recibir otra vez su mensaje. Oímos que continúa pidiendo sobre todo para África y eso nos anima mucho y damos gracias a Dios porque continúa haciendo maravillas por nosotros a través de usted, que acepta su voluntad.
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Respecto a las actividades del CDS (Centro De Salud) TENGA, vamos allí cada día a pesar de la situación en la que vivimos y hacemos todo lo que podemos para que se consigan los objetivos suyos y de todos los que ayudaron a la construcción de este centro, pues también son nuestros objetivos. Como sabe bien, la población de Tenga está formada por gente muy pobre. Hay algunos que no pueden siquiera comprar paracetamol, el medicamento más barato, especialmente los ancianos. Hay igualmente malnutrición que se refleja hoy en el incremento, entre otras cosas, de gastritis, gastroenteritis, reumatismo, y, sobre todo, paludismo. Al frente de todas estas situaciones se encuentran los Apóstoles de la Eucaristía, sacramento del Amor, que estamos haciendo todo lo posible por curarlos. Nadie se vuelve a casa sin ser curado si tiene una enfermedad que podemos curar.
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Una cura de malaria con quinina cuesta 3000fbu* (francos de Burundi), unos 2 €, un día de hospitalización (24 horas) para un pobre que tiene malaria llega a 6500fbu (4 €), el análisis para detectar la malaria 500fbu (0,70 €), el análisis de heces 500fbu (0,70 €), la glucemia capilar son 2000fbu (1,70€), y el análisis para el V.I.H es gratuito. A nosotros nos gustaría también hacer el recuento de la fórmula sanguínea y la CPR, pero no tenemos medios para comprar los aparatos ni los reactivos.
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Hemos seleccionado un pequeño grupo de las personas más pobres y estamos intentando ver cómo les ayudamos a que se ayuden ellos mismos con pequeñas actividades manuales como hacer escobas, arrendar campos para hacer cultivos en grupo…
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Para otras informaciones, preferimos hacerlo a través del Padre Rugo, si usted nos lo permite.
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Si manda una ayuda para los pobres vía Caritas Bujumbura, será necesario precisar claramente que es una ayuda destinada a los pobres del CDS TENGA.
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Se lo agradeceremos mucho. Nos unimos en oración”
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*Aunque estas cantidades puedan parecer ínfimas, debido a la situación de empobrecimiento que sufre la población de Tenga, muchos de estos tratamientos están fuera de las posibilidades de la mayoría de los enfermos. Solo como una referencia, el sueldo mínimo está en torno a los 3500fbu, algo más de 2€.
Como os contábamos en nuestra última entrada, uno de los privilegios de Embarrados es que nuestros destinatarios no son números sin rostro ni nombre, sino personas concretas, a las que conocemos y queremos. Hoy, queremos acercaros la historia de una de estas personas.
La madre de Ana es una mujer joven cochabambina, madre soltera. Vive con su hija en una habitación alquilada, en una casa en el Alto Cochabamba, una de las zonas más pobres de la ciudad. Su hija tiene discapacidad intelectual y desde hace 4 años acude al Colegio de Educación Especial PREEFA. Ella trabaja como barrendera durante las noches y cuando va a trabajar deja sola a su hija, ya que no cuenta con el apoyo de ningún familiar. Al amanecer, termina de trabajar y debe acudir rápidamente a casa para preparar a su hija y llevarla a colegio. Antes, cuando la dejaba allí, tenía por fin dos horas para descansar, pero rápidamente debía volver a ponerse en marcha para recoger a su hija, que sale a las 12.30 del colegio. La tarde se hacía muy larga con el poco descanso que había tenido, y además estando ella sola con su hija. Este día agotador no acababa nunca, pues debía empezar de nuevo por la noche.
Esta es la vida de una de las alumnas del PREEFA y su familia, que nos motivaron a impulsar el servicio de transporte.
Ahora, Ana va y viene en el autobús, por lo que su madre cuenta con más de cinco horas para descansar. De esta manera, tiene más fuerzas para atender mejor a su niña durante la tarde. No ha habido un cambio en su trabajo ni en su casa, pero el poder contar con un autobús que lleva y trae a Ana ha sido algo fundamental para mejorar la calidad de vida de ambas.
Por personas como ellas, te pedimos que aportes tu grano de arena, algo que para ti no será casi nada, pero para Ana y su madre hace toda la diferencia.
¿Quieres embarrarte con más historias como esta? El primer paso es difundir la historia de Ana, para que más gente pueda conocerla. El segundo, colaborar como puedas.
Y el siguiente es volver la semana que viene, porque hay muchos más alumnos en el Preefa que, como Ana, están deseando contarte su historia.
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