Panaderos en El Alto

Publicado el 16 Febrero 2017 en la categoría Bolivia | Sé el primero en comentar

28

Hoy nos llega desde El Alto una carta hablándonos del taller de panadería que se lleva a cabo en el centro Mururata.

En El Alto, las políticas de desarrollo económico y propuestas de inserción laboral son aún débiles, lo que ocasiona que las opciones de empleo sean muy bajas. Tampoco se fomenta, desde la iniciativa pública, la capacitación, experimentación e investigación sobre talleres productivos para jóvenes, aunque esto sería una iniciativa para combatir la pobreza, tanto desde la producción de alimentos sanos como a través de la comercialización del excedente producido. A esto se suma que los centros privados de capacitación son muy caros, lo que limita las opciones de jóvenes en desventaja social o con discapacidad.

DSC03925

Por ello son tan importantes iniciativas como las de la Fundación Sembrando Esperanza, que trabaja desde hace tres años con jóvenes con discapacidad a través de la agricultura urbana y la panadería. Esto es posible gracias al apoyo de las familias de Mururata, del Servicio Departamental de Educación de Bolivia, el programa municipal Manitos y de instituciones extranjeras como Construyendo Futuro, Kindermissionswerk, Bolivien-Brücke y Embarrados, a través de por ejemplo el proyecto de los huertos solares en el que colaboramos con Nuestra Señora de Moratalaz.

Gracias al apoyo de Construyendo Futuro, en 2016 se pudo mejorar el equipamiento del taller de panadería con la compra de hornos, accesorios de repostería, nevera, vitrinas para la venta, además de insumos (harina, aceite, etc.). Esto permitió garantizar el arranque y funcionamiento del taller durante un año, hasta que se pudo lograr cierta sostenibilidad tanto en el desarrollo de capacidades como en la comercialización de productos, beneficiándose con la producción del pan no solo a los participantes del taller sino también a los 157 alumnos del Centro Mururata.

P1060918

Como parte de este proceso, se fomentó el desarrollo de capacidades técnicas de los participantes, lográndose en el primer año en el que se implementó este proyecto una gran capacidad de los alumnos, aun siendo necesario profundizar su formación. Este taller en 2016 estuvo compuesto por diecisiete jóvenes (hombres y mujeres), con discapacidad leve, con edad a partir de los 16 años. El objetivo del taller fue ofrecer formación laboral con el fin de desarrollar su potencial, y conseguir su autonomía y futura inserción laboral y social. El taller pretende alcanzar niveles óptimos de auto sostenimiento, apoyados en el tema educativo y productivo por una educadora y una voluntaria. Dado que los alumnos necesitan atención casi individualizada, el trabajo es más lento y pesado y de momento no se ha conseguido llegar a los niveles de producción deseada.

Gracias a Mururata y la FUNDASE por su labor incansable, ¡seguimos embarrándonos con ellos!

Añade un comentario