Mediante RSS La historia de Josué
Publicado el 26 Febrero 2016 en la categoría Bolivia, Proyectos | 
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Josué es un niño de ocho años con autismo y discapacidad, que vive en la zona sur de Cochabamba. Es el tercero de cinco hermanos. Su madre es soltera, pues aunque ha tenido varias parejas, ninguna se compromete e implica con ella porque no quieren “cargar” con sus hijos, especialmente con Josué.
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A los ocho años su madre le llevó por primera vez al PREEFA para comenzar su escolarización, ya que previamente no había ido nunca al colegio, se quedaba en casa.
A los ocho años su madre le llevó por primera vez al PREEFA para comenzar su escolarización, ya que previamente no había ido nunca al colegio, se quedaba en casa.
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Durante los primeros seis meses Josué no avanzó mucho, ya que faltaba al colegio constantemente. Esto nos preocupaba, porque perjudicaba a su progreso. Costó mucho reunirse con la madre, pero cuando lo conseguimos, vimos que venía con sus otros dos hijos pequeños, de tres y un año. Pronto empezamos a entender por qué había sido tan difícil conseguir que viniese a la reunión y por qué Josué faltaba tanto. El esfuerzo de traer a Josué a diario era demasiado grande, y no veía el beneficio de llevar a su hijo con discapacidad al colegio.
Durante los primeros seis meses Josué no avanzó mucho, ya que faltaba al colegio constantemente. Esto nos preocupaba, porque perjudicaba a su progreso. Costó mucho reunirse con la madre, pero cuando lo conseguimos, vimos que venía con sus otros dos hijos pequeños, de tres y un año. Pronto empezamos a entender por qué había sido tan difícil conseguir que viniese a la reunión y por qué Josué faltaba tanto. El esfuerzo de traer a Josué a diario era demasiado grande, y no veía el beneficio de llevar a su hijo con discapacidad al colegio.
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Esto sucede muchas veces en Bolivia. A los hijos con discapacidad no se les aprecia de la misma forma que al resto de sus hermanos; es difícil para las familias entender que tienen los mismos derechos y posibilidades, y en muchas ocasiones este hijo es considerado una gran carga, que consume muchos de sus recursos y les impide cuidar al resto de la familia.
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Al final, Josué desapareció durante varios meses del Preefa.
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Cuando comenzó a funcionar el servicio de transporte, volvimos a contactar con su madre y le explicamos la posibilidad de que Josué viniese en autobús al colegio, mientras ella se quedaba con los hijos menores. No sin esfuerzo, y gracias al apoyo económico de Embarrados y de profesoras del colegio, Josué comenzó a usar este servicio. Su madre comenzó a comprobar el impacto que tenía en la vida de su hijo el poder venir al colegio a diario, cómo disfrutaba y participaba en las actividades dentro y fuera del PREEFA, y que podía aprender poco a poco cosas tan importantes como pedir agua cuando tenía sed.
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Gracias al transporte escolar Josué pudo estar escolarizado: el autobús era la única opción que tenía para ejercer su derecho a la educación.
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Historias como las de Josué y las de Ana dan vida a este proyecto y nos ilusionan para poder seguir colaborando con el servicio de transporte del Preefa. Como veis, no es una comodidad, sino en muchos casos una necesidad absoluta para los alumnos y sus familias; el poder llegar al colegio sin depender de sus padres posibilita que estos niños, que encuentran tantas dificultades para ser comprendidos en Bolivia, accedan a una educación.
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Si a ti también te ilusiona este proyecto, puedes colaborar a través de migranodearena.org. Por poco que des, significa mucho para nosotros y para Josué. Accede a nuestro proyecto pinchando en la imagen:
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Ayúdanos también difundiendo la historia de Josué, para que todavía más gente pueda aportar su grano de arena a este proyecto.